Un proyecto sin ánimo de lucro que demuestra que la colaboración entre empresas y asociaciones puede hacer realidad equipamientos que no cuentan con ningún tipo de subvención pública.
El hangar fue diseñado como un kit en madera de pino tratado para facilitar el montaje con un presupuesto muy ajustado y los mínimos medios auxiliares. La construcción ha sido una experiencia genial donde los socios igual que los Amish han levantado su propia sede con mucho esfuerzo pero también entre risas y buenas comilonas.
Deseamos muchos éxitos deportivos a este club y animamos a otras entidades a seguir este ejemplo de autoconstrucción.
Os dejamos un video del montaje y el link a su página web para aquellos que os gusten los deportes náuticos.
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